LA INDUSTRIA CULTURAL DEL KPOP
- UNI2 Studio
- 25 may 2021
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EL K-POP ANALIZADO BAJO LA PERSPECTIVA DE LA INDUSTRIA CULTURAL DE W. BENJAMIN

Por: Johan A. Martínez
Para el caso que se pretende explicar en el siguiente trabajo, abordaremos el tema del Korean Pop, Korean Popular Music Pop o simplemente K-pop. Es una mezcla de estilos musicales occidentales que han sido adaptados al mercado asiático. El rock. El jazz, hip-hop, reggae, country y música clásica, todo ello está por encima de las raíces musicales autóctonas de Corea. Después de muchos años de éxito en Corea del Sur y gracias a las redes sociales, es que este fenómeno se ha dado a conocer en todo el mundo.
Si “la racionalidad técnica es la racionalidad del dominio mismo” (Horkheimer y Adorno, 1998), en la época de la industria cultural las masas se encuentran sometidas al poder total del capital, provocado por la llegada de procesos tales como la reproductibilidad técnica (Benjamin, 1998). Las obras se explotan y se crean para poder consumirse, ya no se crean para apreciar su totalidad.
El ejemplo contemporáneo perfecto de esto es la industria de la música en Corea del Sur; con el paso de los años la creación de “bandas prefabricadas” ha ido creciendo, tan solo entre los años 2003 y 2011 debutaron 223 bandas en un solo género musical, en un solo país. La oferta es demasiada para una demanda que, por muy grande que sea, no puede absorber tanta novedad.

Para Max Horkheimer y Theodor W. Adorno (1998) la industria cultural proviene de un sistema capitalista, lo que ha llevado solo a la estandarización y producción en serie, y ha sacrificado aquello por lo cual la lógica de la obra se diferenciaba de la lógica del sistema social. Inevitablemente, como menciona Walter Benjamin (1989) “En la época de la reproducción técnica de la obra de arte, lo que se atrofia es el aura de ésta”. El aura, para Walter Benjamin, es explicada como: “el aquí y el ahora de la obra de arte”.
En el caso del K-pop, son elecciones rigurosas de prospectos; las empresas de entretenimiento de este género convocan a audiciones tanto nacionales como internacionales para poder reclutar futuros artistas. Clases de canto, rap, baile e interpretación llegan hasta doce horas al día. Las lecciones de cómo comportarse en público y clases de idiomas, controles de peso, control de teléfonos, entre otras varias restricciones forman parte de esta industria.
Me gustaría plantear la siguiente pregunta: ¿estas bandas nacen de un verdadero talento? Poniéndonos subjetivos en este tema: el K-pop carece de trasfondo y de un proceso de creación de obra que otras canciones, artistas o bandas pudieran tener. Todo lo que se genera es un producto para las grandes empresas de entretenimiento en Corea del Sur. “Incluso en la reproducción mejor acabada falta algo: el aquí y ahora de la obra de arte, su existencia irrepetible en el lugar en que se encuentra” (Benjamin, 2003).
Estos cantantes se venden y se compran como simple mercancía, lo cual los convierte en un proceso sistemático en donde su significación no proviene del ámbito artístico. Menciona el autor Walter Benjamin: “Por mucho que se ha intentado presentarles a las masas en museos y en exposiciones, no se ha dado con el camino para que esas masas puedan organizar y controlar su recepción”.

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